EL VALOR DE TENER UNA MARCA

Normalmente, cuando un empresario constituye una sociedad y previamente ha reservado el nombre de su empresa como denominación social, piensa que ese acto es universal, es decir, que el hecho de inscribir el nombre de su empresa en el Registro Mercantil le da protección y amparo para que nadie pueda utilizar ese mismo nombre. Sin embargo, esto es un error.

El hecho de constituir una sociedad con una determinada denominación social significa que nadie puede constituir otra sociedad con un nombre idéntico o similar, pero no impide que cualquier persona utilice el “nombre de la empresa” para distinguir un producto o servicio para comercializarlo.

 

Por ejemplo, imaginemos que un empresario constituye una sociedad denominada “new company” y de pronto se percata que existe una empresa que está ofreciendo un servicio de telefonía móvil denominado “campaña new company”. Es decir, una denominación social no impide que ese mismo nombre sea utilizado por otra persona como marca.

Te recomendamos que cuando se constituyas una empresa también se inscriba su denominación como marca de producto o servicio.

Además, una marca aporta a una empresa un valor añadido. Una marca produce el efecto de alienación del consumidor o cliente con la empresa. Cuando un cliente ve una marca la identifica automáticamente con una empresa. Es lo que se llama idea de asociación. Una marca siempre se asocia con un determinado origen empresarial. De igual manera, el valor de una marca está también en generar en los miembros de la organización empresarial una identidad con lo que representa la empresa: una imagen corporativa. Una marca debe ser la imagen de su empresa. Y como todo, la imagen siempre cuenta.

Si estás interesado en registrar una marca, puedes consultar antes si ya está inscrita de manera idéntica o similar. Ponte en contacto con nosotros.
Comparte en tus redes

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *